Las cadenas de suministro globales, los medios digitales y los dispositivos conectados están haciendo que nuestro planeta se sienta cada vez más pequeño. Sin embargo, a veces también pueden hacer que los desafíos del mundo parezcan más grandes que nunca. Mientras que la clase media está creciendo en todo el mundo, muchas personas aún viven en la pobreza, trabajan en pésimas condiciones y luchan por construirse un futuro. Junto a esto, se espera que la población mundial alcance los 9 mil millones para 2050 y la huella ambiental de la humanidad ya es mayor de lo que los recursos de nuestro planeta pueden sostener. Por este motivo es muy importante crear valor compartido, a través de productos y tecnologías innovadoras que mejoren la calidad de vida de las personas y las comunidades, reduciendo al mismo tiempo la cantidad de recursos consumidos al fabricar y usar los productos.
Desafíos globales y oportunidades
Contaminación, crecimiento de la población, pobreza: nuestro planeta se enfrenta a algunos desafíos muy grandes, y los productos y tecnologías innovadores pueden brindar la solución al mejorar la calidad de vida y al mismo tiempo consumir menos recursos.

¿Qué papel juegan las empresas globales?
Las empresas están en una posición fuerte para crear valor compartido. Además de salarios e impuestos, las empresas contribuyen a promover el desarrollo económico y social como empleadores, compradores e inversores. También pueden acelerar la transformación hacia una economía sostenible al crear tecnologías y productos innovadores. Imagina los recursos que podrían ahorrarse si cada producto en cada hogar utilizara menos energía o agua. O imagina la reducción en las emisiones de CO2 si cada vehículo en el planeta fuera más ligero y usara menos combustible. Las soluciones eficientes en el uso de recursos pueden mejorar el equilibrio entre las necesidades económicas, ecológicas y sociales de las personas y el planeta, y abrir caminos hacia un futuro sostenible.
A lo largo de cadenas de valor globales.
Las empresas también se asocian con gobiernos y organizaciones no gubernamentales para apoyar proyectos que mejoran las oportunidades de ingresos para las personas que entran en contacto con sus cadenas de suministro, en cualquier parte del mundo. La organización de desarrollo internacional Solidaridad, por ejemplo, se está asociando con empresas para apoyar a los pequeños agricultores de cultivos como el aceite de palma. Esto permite a los agricultores aumentar la productividad y satisfacer las crecientes expectativas de seguridad y sostenibilidad ambiental. También garantiza la estabilidad laboral y mejora los medios de vida de los trabajadores y sus familias.
